domingo, 13 de enero de 2013

DESDE EL RISCO

Estuve en cada momento de la vida,
la que no me presentaste,
cada tarde al píe de del risco te miraba
como no te  marchitabas con los tréboles y las camomilas.
Estuve para darte aire, ganas mías
para cuidarte como una madre celosa y vigilante.

Pero tu, marinero de canoas,
depredador de ansias
me dejaste sola , de pie frente al mar
con un nudo indestructible
y un deseo de tener mas de lo aparente.
El sol no ha quemado mis pupilas.

Desde aquí en mi universo pequeñito
tu estas vivo,
como un delfín nadas y mis ojos no te pierden
albatro de las costas y atardeceres
mio no fuiste ni de ninguna,
pero no te cambio por monedas,
ni deseos, ni zafiros;
los demás todo nos envidian
el canto en las mañanas, los amaneceres,
lo que no entienden, lo que no escuchan.

Estuve, porque para eso fui creada
para leerte sin escritura,
tan distante, casi invisible
me paro en este espacio que es solo mio
y aunque el tiempo no se detiene
tu y yo no envejeceremos nunca.