miércoles, 12 de octubre de 2011

FOTOGRAFIA

LAS CASUALES ANÉCDOTAS DEL OLVIDO

Las casuales anécdotas del olvido
me han creado tu mundo ilusorio,
mi capacidad declarada para imaginarte
entero y concretamente humano
sometido a mi memoria,
que quisiera no buscarte
pero siempre te espera traspasar
la puerta de La Noche
o llamarme antes de la doce
y en mi facilidad de enrollarme en las sabanas
me verías siempre desnuda.

Nada es casual,
al final sigo conservando
los malos hábitos que me llevaron hacia ti
cualquier voz es buena si es de madrugada
pero,
aquel olor que sigue intacto en mi memoria
a veces regresa
sin pensar si es bien recibido,

Ya conozco esa melodía
ya conozco a todos en Lima
y aún así volteo porque tu mirada
se clava en mi espalda.
Una, dos, tres parejas van llegando
pero nunca llegaste tu,
a pesar que afuera hace demasiado frío.

Uno de los dos ha de morirse en la memoria
y yo que ya no soy ni el recuerdo para ti
aún pienso en nuestro aniversario
y en que alguien me lleve a la costa de Chancay
la de las extensas en inoportunas playas
solo para delinearnos como entonces.

Al final todo es inevitable
y algún día nuestro hogar alucinado,
los licores no bebidos,
la naturaleza de mis obras
y dos cuerpos siempre hambrientos
testigos de todo nuestro amor,
terminaran olvidados
en la habitación que no llegamos a reinar.

lunes, 10 de octubre de 2011

RETRATO

EL DUEÑO DE LA EXPERIENCIA

Lo extrañé más allá de los otoños
bajo las aún húmedas y lentas
hojas muertas,
más allá del simple polvo
y la clandestinidad
y pensé tanto en su poca belleza
que todo lo opaca,
en hablar, solo hablar.

El impuro Señor
de los finos arrabales
un día me ha deseado
tanto,
como busqué un día a mi madre,
con necesidad.

Entre el mediocre Rey y yo
sobran hoy las inútiles palabras
que solo separan sombras,
solo separan,
entre el aroma insoportable y la belleza
falta definir lo bueno, lo eterno y el valor.
Falta tanto.

Si un día ha de buscarme aquel Señor
seguro yo he de estar para recordarlo
y sumirme en su espalda
que aunque experta
solo dejó en mi
un poco de cotidiana sabiduría,
pero que quede claro
que si acaso fuera casta
no buscaría al Dueño de la Experiencia,
para él, la maestría.

Lo extrañé más allá de tantas cosas
entre lo sublime y lo inalcanzable
lo extrañé tanto,
que solo puedo estar para prestarle
en una noche
mi apacible sexualidad.

martes, 4 de octubre de 2011

RETRATO

LA CASA DE VINCENZO

En la casa de Vincenzo
se juega todo,
hasta las vidas pequeñas
se han apostado.
Sobre el paño ya he perdido
dos dedos y mi sombrero de flores rojas,
ni hablemos de la confianza
que me tuvo.

No recuerdo con que pasos llegué ahí
si era Miércoles o garuaba,
todo siempre sucede los Miércoles.
Debo haber caminado meses
y me perdí
seguro no llevaba mis anteojos puestos
(aún hoy no los llevo).
Dejé en el camino
tiempo, paciencia, y la memoria
al llegar a esa casa nueva
que me ha contado cien lágrimas ya.

Junto a los amaneceres quisiera quedarme,
quisiera quedarme,
pero cada vez que se van de mis manos
todas las flores del mundo
y me da frío en las orejas
recuerdo la casa de Vincenzo
nueva, libre, a veces incomoda
a la que llegaba solo con cerrar los ojos
por un camino que aún no conozco
marcado de huellas femeninas
que hoy no podré encontrar.