sábado, 10 de diciembre de 2011

EL MUCHACHO AZUL

Quítate el abrigo
lleno se sal y de piedras
que no te deja andar
déjalo cerca al muelle
junto a los demonios
mientras se izan la velas blancas
de nuestra pequeña nave
en la cual zarparemos tal vez un mañana.

Nunca es tarde
me dijo aquel muchacho
que recogía algas a media noche
a medio día.
Tu eres el muchacho azul del muelle
el alma joven que dejé atrás
el que se cuela en estás líneas.

Has olvidado el rezo
al que te aferrabas desahuciado.

Hoy te observo desnudo, 
corriendo tras la alegría
tras los albatros y las gaviotas,
sobre esta arena oscura
como mis ojos,
dejando huellas que restaran
siempre en la orilla,
ya nada puede borrarlas
ya nada puede detenerte
anguila cariñosa, perla de los mares.

Bota la sal a tus aguas,
toma en tus manos las piedras
más redondas que la luna
y camina y corre
más rápido que nunca,
solo y nunca triste
sireno caminante.

Vestida con tu abrigo
te observo cuando partes
y te alejas de esta playa
que dejaste llena de paz
en busca de la felicidad.






No hay comentarios:

Publicar un comentario