Comadreja de cuarto menguante
se perdieron tus huellas mías
en cada silbido también de pajaritos,
tus crías carnosas
en el naranja sol naciente,
entre amarillos y verdes
y luego azules,
azules suavecitos sus pasos desconfiados.
Créanlo o no, todo le fue redondo
de corridas no de toros
de abortos y orejas
como el amor de mis colinas de senos,
el amor bueno.
Acaríciame el lomo amable y húmedo
seca mis lágrimas de madre hambrienta
en medios días, en medias noches.
Aún no he encontrado su paso viejo.
De viejo
esperaré entre melocotoneros y avutardas
para hacerle el amor
y ha de ser ligerito
" Mámale el pecho blanco, los labios rojos,
la carne estéril "
de viejo esperaré entre melocotoneros.
Frótame el vientre hinchado
comadrona virulenta,
debajo de todas las lunas
las de los amores
yo te estaré esperando con las avutardas
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